Crianza saludable: por qué poner límites también es cuidar
- Benjamin Rabanales
- 12 nov
- 2 Min. de lectura
Cuando pensamos en crianza saludable, muchas veces imaginamos amor incondicional, contención y conexión emocional. Y sí, todo eso es fundamental. Pero también lo es algo que a veces genera culpa o incomodidad: poner límites.

🧠 ¿Por qué poner límites es parte de una crianza saludable?
Los límites bien puestos dan seguridad. Ayudan a los niños a entender qué se espera de ellos, cómo convivir con otros y cómo manejar lo que sienten. Cuando se establecen desde el respeto y la empatía:
Favorecen la autorregulación emocional
Fortalecen el vínculo con los cuidadores
Previenen conductas impulsivas o riesgosas
Enseñan habilidades sociales como el respeto, la escucha y la negociación
Una crianza saludable no evita el malestar, sino que enseña a transitarlo con contención.
💬 Poner límites con amor también es estar presente
A veces poner límites duele. Nos da culpa. Nos hace sentir “duros”. Pero decir “no” también es cuidar. Es mostrar que estamos ahí, que sostenemos, que guiamos incluso cuando hay frustración.
Lo importante no es solo el límite, sino cómo lo damos:
Ser claros y coherentes: pocos límites, bien explicados, sostenidos con calma por quienes cuidan.
Usar lenguaje que enseña: “Es normal sentir enojo. Lo que no está bien es romper cosas. Vamos a buscar otra forma de soltarlo.”
Validar lo que sienten: no se trata de permitir todo, sino de acompañar lo que el niño vive.
Ofrecer consecuencias que enseñen: que estén conectadas con lo que pasó, sin humillar ni castigar.
Adaptar según la etapa: rutinas para bebés, elecciones simples para preescolares, acuerdos y negociación para mayores.
Poner límites con amor es sostener el vínculo incluso cuando decimos “no”. Es enseñar que podemos frustrarnos… y aún así estar acompañados.
❤️ Poner límites también es amar
Muchos cuidadores temen que al decir “no” están siendo poco amorosos. Pero en realidad, los límites bien puestos son una forma de amor que enseña, protege y prepara para la vida.
Criar con límites no es controlar. Es acompañar. Es estar presente. Es enseñar que el mundo también tiene reglas, y que podemos aprender a vivir con ellas sin perder el vínculo ni el respeto.
¿Te cuesta poner límites sin sentir culpa? ¿Sientes que a veces cedes más de lo que quisieras? En Terapéuticamente te acompañamos a construir una crianza saludable, con herramientas reales y contención emocional.
